Henri Cartier Bresson
Lo que somos
Somos penas
transitando, diluviando de quehaceres.
Relámpagos de rutina y apellidos
sin identidad.
El día paso ya,
ésta en sí mismo:
Petrificado, acero y frío.
Expectante, el cielo llama
al llanto de la noche redentora.
Sobre su espera, nosotros seguimos
en nuestro cielo,
mirandos los relojes
o mirando a otros que siguen
mirando relojes en su cielo.
Quedan en las manchas del sol,
enfermos mustios de abandono,
segmentos de floristas
vendedores de paraguas chinos,
rompecabezas de acordeonistas
sarajevinos de entre-guerra sin reparo.
No nos importa,
eso somos, indiferentes.
Sin preguntarnos, caminamos rápido
antes de que el cielo se caiga del todo
y la noche nos redima
y seamos otros.
mirando relojes en su cielo.
Quedan en las manchas del sol,
enfermos mustios de abandono,
segmentos de floristas
vendedores de paraguas chinos,
rompecabezas de acordeonistas
sarajevinos de entre-guerra sin reparo.
No nos importa,
eso somos, indiferentes.
Sin preguntarnos, caminamos rápido
antes de que el cielo se caiga del todo
y la noche nos redima
y seamos otros.
conmueve
ResponderEliminarusted
,/y
el poema