sábado, 18 de abril de 2009


Downtown, New York 1947
Henry Cartier Bresson


Lluvia, dime
¿dónde está?. Dime.
Dejaré de emborracharme quejido,
de acuchillar mi guitarra tremola.
Cinco puñales gime su voz.

Lluvia, dime.
Necesito morir esta noche.
Morir limpio y entero.
Mañana naceré verde y sin olvido.

Ya se anuncian nuevas
luces de gris cemento bajo la ultima estrella,
los ángeles se mueren en el insomnio.

Lluvia, tráela.
Hay tanta soledad por deshacer.

*

Despierta sol,
llaman las llamas de los pájaros.
Los primeros laburantes en bicicletas,
las hojas amarillas paridas por el otoño
esperan mecerse en tus dedos, sol.

Ya es hora de salir
nos quedo pendiente una ciudad.
Cuando los paraguas cierren sus parpados
iré viajando en tus pestañas por los barrios
diciendo su nombre, ese nombre, que lleva mi vida.

Hay cafés sedientos, hay caras humeantes
hay diarios informados, hay borrachos sobrios
esperando que salgamos
a despejar las nubes grises de la duda
a secar las penas muertas de los empedrados.