domingo, 20 de septiembre de 2009

Coronación de Jorge IV Inglaterra, 1938
Henri Cartier-Bresson





No eres ciudad.
Las frutas están caras.
El cine es lo mismo.
Las Verónicas de verdad
desaparecen de taxi en taxi
sin preguntarse por la vida vacía.
Te pone triste, lo sé.

Te agota pensar en no pensar.
-¿Qué sola está, estás?- mira y calla el taxista,
te ve pintar
la ciudad en la ventanilla.
Te sentís sola, lo sé.

Ya, el tiempo se consumió
y tu Brevis lux talla el ambiente.
Un sol de sesenta watts desdramatiza.
Tus palabras y las mías dicen lo mismo,
no dicen nada.
Ultima sonrisa y hasta luego.

Para mí la calle, el cine,
Las ofertas de frutas,
tal vez otras Verónicas, tal vez
preguntándome:-¿te pondrás triste, estarás sola?-.
No lo se.