sábado, 9 de mayo de 2009

Rudnik, Yogoslavia 1965
Henri Cartier-Bresson

Soliloquio de un Segundo


Muere...
entre el sujeto y el predicado un Segundo más
al comprender que su hora
terminó.
Otro, cualquiera, disfruta;
mientras dice
respira, reflexiona y muere...
un segundo después.
El día
es el retratro fiel
de otro
de mi mismo.
Y el lunes
ya no pretende ser martes.
No puedo ver
más allá de mi, hoy
de ti, mañana
más acá
todo esto.

Mientras las nubes
van, lloran
los sauces.
Todo sigue
y se consume,
como segundos
y gestos
en la hogera del calendario

Un último gallo
canta...
Una única voz
calla...
por última vez.
Y muere.

Adelantándose,
un gemido mudo,
de alguien que no distingo
una lágrima
de menos,
perdida en su rostro ser
acciona la última palabra;
pone punto
final.

Muero...
(un segundo
después del ella)