miércoles, 26 de agosto de 2009

Henri Mattise 1944
Henri Cartier-Bresson




Cuatro piezas cortas a M.




I.
Rugir de eternidades
posaron tranquilas
a la calma postrada.
Sentí en mis cuencas
latidos, fueron pánico, tu pecho.
Ahora, en la noche calma,
croar lento del desvelo el corazón cruje,
ruge mi boca un desvelo sensible.
Otro eterno enero atardecido,
otro febrero indefenso.

II.
El oeste hacia la mar
arrastra en ti todas las naves.
Los brillos y los eucaliptos añejos,
chicharras, las del verano
las del amor
bajo el sol enmudecen, viéndote aquende
hacia la mar/La ciénaga,
huellas en el tiempo/ la memoria.

III.
Sucediendo… deshaciéndose
en polvo, sin freno, el sitio
Lugar de todo inundándose,
yo, tú, él, nosotros, vosotros, ellos
Inconclusos, en el espacio azul
rezando en presente el pasado.
Vos. En suerte, desahogando estás
para fabricar el sitio, otro,
nuevamente.

IV.
Nada y temporal
es/fueron
un día tras otro;
tu presencia tal vez no entienda nada
y el día no se detenga nunca tras
el dejo del tiempo perdido
tras mi pregunta
tras tu respuesta

Nada y temporal.

martes, 11 de agosto de 2009

Estambul, Turquía 1964
Henri Cartier-Bresson




En este lugar,
este pálido
grave lugar
como se ve, tendría que ser
un sustantivo.
Tal vez sujeto
o predicado. Luego un verbo
en este lugar. Seguido
o delante de todo adverbios,
complementos
para una circunstancia rutinaria
a las demás,
algo más para afrontar
el rodar cotidiano. Frases hechas o
trozos de la realidad
libre de vicios
para llenar el espacio completo
de blancos
de oscuridades.
Por qué no
decir como siempre: -bienvenidos, la ciudad
se repite
otra y otra vez,
yo no sé cuál es la real
mientras tonta la gente
habla otra y otra vez
con ellos otra y otra vez
yo no sé cuál soy el real, bienvenidos-

El invierno llego.

lunes, 3 de agosto de 2009

Barcelona, España 1933
Henri Cartier-Bresson




Amanecer


bajamar de percianas bajas hacia el cielo
se babean mientras se sienten
los basureros revolviendo la basura
y el espejo roto de una noche al oleo.

Los panaderos en ambulancias fluyen,
los gatos regresan a su celibato,

el sol
seco el cielo y a las putas,
ya celestes son, todo ha sido, viejo ha de ser
señoras serán.

Rutina
de ahí en más.

sábado, 1 de agosto de 2009

México, 1964
Henri Cartier-Bresson





Poemía

Mi poemía, mía piernas de virgen
caderas de puta
que cuando me acaricia
la libertad la cara
ella sonríe porque es
eso, sonrisa naranja poemía mía.
Mi poemía, tuya es la poetuya
trilce mi ojo para ver de lejos
llorón sauce mis palalladas
cuando solo queda el sol maduro,
el Mondongo bajo tu rastro
entonces
me queda gritar: -¡poemía!,
soy de ti poemía,
mía tus pecas
y el pecado de dejarte ir- ,
e irte a escribirte en las paredes,
en el cielo con un grito
con una frase hecha de pájaros volando
o reírte porque, poemía, eso eres risa
azulada poemía mía, mía.