domingo, 24 de enero de 2010


Alberto Giacometti, Paris 1932
Henri Cartier-Bresson




Fuegos



Una casa,
una mesa,
una cena; fuegos.
Uno llora una lágrima,
una sola y escucha la voz de su padre.
El otro fuego destila una gota de aceite,
una sola y ve el partido de River.
El último, el joven fuego, solo siente llover.
una sola vez y no dice nada.
Solo escucha.
Solo ve.
Solo siente y todos lloran aceite
y todos destilan la voz de su padre
y todos llueven lo que sienten.
Comen sin decir, pero eso si ven
hacia el frente.
Como la casa,
como en la mesa,
como se debe en la cena.