lunes, 25 de mayo de 2009

Paris, 1953
Henri Cartier-Bresson.



Otoño

El otoño.
La calle, los árboles, los timbres.
Un día normal,
los primeros fríos
bajo el cielo derramado
de té, moran y bailan con las hojas.
Sobre la calle grita
una voz, un nombre;
sobre un árbol
cuelga la bocina mugida de un Falcon,
sobre el timbre del 4ºB
espera una noticia
a una madre con su hija
hasta ponerse amarillo
otoño y luego caer…
y un nombre
y un choque
y dos llantos
caen, rendidos.
En mi poesía,
mi mano derecha perdió el color.
En mi cejas un pareja va…
uno hacia allá,
uno hacia allá
entristecidos caen en espiral
hasta caer caen entristecidos,
hasta recordar
lo que no es: la primavera,
la sonrisa de una madre con su hija,
un falcon,
un nombre.
Solo queda la calle, los árboles, los timbres,
un día normal
bajo el cielo derramado de té,
el otoño.