sábado, 28 de marzo de 2009

Henri Cartier-Bresson
Dos Ciudades
Nos queremos
aunque vivimos en ciudades distintas,
aunque ambas
tengan la misma
estatua de Don Bosco,
el bar Clifford,
los caballos que corren en contra del reloj,
el juzgado de menores,
el supermercado de chinos,
los ómnibus rojos y azules,
la plaza Belgrano,
el palacio Campodonico
la ¨creme¨ de la Paris,
la calle San Juan
sumergiéndose
tras la avenida Monteverde,
desbordándose
en la calle Teresa de Calcuta.
Aunque dos ciudades son.
Ciudades mismas que cuando llueve
o resistimos al oficio mudo de vernos
solamente al final de una pregunta
y nos encontramos así como si nunca
nos hubiésemos visto
se funden, ciudades en una.
Nos brinda entero sus bóvedas arbóreas,
su laberinto embaldosado
sus escenarios inconclusos
para completar
para luego, perdernos
y así hacer de ellas
la ciudad, nuestra, el lugar
para querernos
por un momento.